martes, 5 de abril de 2011

"El cine español es la cuarta potencia mundial y España no está a ese nivel en casi nada"

El modelo del futuro para la industria tiene que garantizar la calidad del producto y unos precios asequibles



Encantado de rodar en Argame, García Sánchez defiende a ultranza la calidad del cine español, valora de forma positiva la ley Sinde y es partidario de que el blanco y negro -formato en el que se rueda la película- vuelva al cine como alternativa al color.

-«Los muertos no se tocan, nene» es un homenaje a su amigo Rafael Azcona. ¿Es su película más emotiva?

-Probablemente sí, aunque habrá que esperar a que esté terminada. La intención es de una carga sentimental fuerte por todo lo que me unió a Rafael.

-¿Cuál es la trama de la película?

-Es una película costumbrista. Durante un velatorio en una capital de provincias, un chaval que estaba enamorada platónicamente de una vecina, se enamora carnalmente de una tía suya. La película mezcla el despertar del sexo, de los sentidos, junto a la muerte de un anciano.

-El filme sigue el guión de una novela de Azcona en los años 60. Fue un libro muy arriesgado en aquella época, en plena dictadura.

-Lo prohibieron siempre porque era una película muy negra para el punto de vista franquista. Ahora lo que buscamos es completar su obra y rendirle un homenaje.

-La película se estrenará en blanco y negro y con técnicas de la época de los 60. Resulta curioso que se usen estas técnicas en el primer rodaje que se hace en una factoría con tecnología de última generación.

-No es tan paradójico. La tecnología en un primer momento es moderna, y si supera determinadas pruebas es lenguaje, y forma parte ya del lenguaje. Es deseable que se vuelva a utilizar el blanco y negro como una alternativa al color. Hasta ahora nos vendían que el color era lo moderno o lo que quería a la gente.

-¿Supone una responsabilidad ser el primer director en estrenar unos estudios?

-Sí es cierto que si rompemos o escoñamos algo nos la jugamos (risas). Dado el grado de amistad que me une con Juan Gona estamos haciendo de voluntarios conejillos de indias para cualquier problema que pueda surgir. Es un poco como desvirgar a una chica (risas).

-Carlos Iglesias, Carlos Larrañaga, Silvia Marsó, Tina Sainz, Alex Angulo, o Arias Bispo y Priscila Delgado? Un electo de veteranos y jóvenes promesas.

-Es una plantilla muy equilibrada, de excelentes actores. En España hay grandes profesionales y eso no lo suele decir la gente. Aunque bueno, cuando dicen que el cine español es muy malo siempre empiezan a hacer excepciones: actores, guionistas directores... El cine español es muy bueno, es la cuarta o la quinta potencia del mundo en cinematografía, y España no es la quinta potencia industrial en casi nada, quitando la fabricación de banderillas y abanicos.

-El equipo ha sufrido una baja de última hora, la asturiana Mary Paz Pondal. ¿Ha decidido ya su sustituta para la película?

-Sí, la hemos sustituido por una excelentísima actriz como es María Galiana, que lo ha hecho sobre todo por solidaridad tanto con Mary Paz como conmigo.

-¿Cómo están siendo estos primeros días de rodaje?

-Están siendo muy euforizantes. Tenemos un equipo excelente con el que no ha habido problemas ni un solo día. Las cosas está yendo fantásticamente bien, en jornadas de unas diez horas de rodaje de diarias.

-Usted estrena los estudios Gona en Argame, pero su hijo Víctor García León también va a rodar aquí.

-Sí, va a filmar la película «Título provisional». Va a ser su tercer largometraje. El primero fue «Más pena que gloria», y otro también producido por Juan Gona, «Vete de mí».

-Siendo usted director de cine, no me resisto a preguntarle por la controvertida ley Sinde. ¿Qué opinión le merece?

-Lo del cine de este país es una desgracia terrible, porque tenemos la animadversión de la gente. Cuando no es que porque el cine español hace películas de la guerra civil, un estigma que nos han colocado hace cuatro días, luego es que porque el cine español hace películas tan malas. Es un prejuicio estúpido. La ley Sinde es una ley imprescindible, y como ya ha quedado demostrado se han relajado.

-¿Cómo se justifica la cantidad de críticas que suscitó?

-Mientras se elaboró la ley fue motivo de unos ataques furibundos por parte, como no, de los interesados. Si tú preguntas a los cuatreros, a los ladrones de caballos y a los kinkis que se dedican a dar el tirón a los bolsos te dirán que están en contra de la prohibición del robo. Pues esto no es más que un levísimo intento de regular un mercado que es imprescindible. Si está mejor o peor se irá demostrando poco a poco y se irá perfeccionando, pero que hacía falta una ley es de toda evidencia.

-¿Cuál es la solución a la piratería?
-Hay que ponerle coto al uso de internet, a la gente que está jugando. Es como si te pones a jugar al fútbol en la carretera, te dirán que no se puede, que hay sitios para jugar al fútbol. Internet es absolutamente imprescindible, pero ¿qué tiene que ver con el mal uso que se hace? Hay gente que dice que descarga cientos de películas, y a mí también me gusta bajar películas (ironiza), pero lo que tienen que hacer es prohibírmelo. O mejor que eso: cobrármelo. El modelo del futuro para el cine tiene que garantizar la calidad del producto y unos precios asequibles, ese es el camino, o al menos uno de ellos.

-¿Cómo ve el cine español?

-Te puedo decir hablando de directores, porque también se podría hablar de actores, que desde la «A» de (Miguel) Albadalejo hasta la «Z» de (Benito) Zambrano, en España encuentras no menos de cien directores de máximo talento y de reconocimiento internacional. Tenemos tan mala fama porque no nos dan bola. Este año no hay menos de 40 películas excelentes. Tú le hablas a la gente de «El pisito» o «El cochecito» y no las han visto, sobre todo la gente joven. Y te digo títulos que nadie va a decir que no son excelentes.

-¿Es el cine un sector en crisis?

-Desde el punto de vista industrial, el gran problema del cine es el doblaje. Hay una pata del cine, que es la lengua en la que está hablada, y a las películas extranjeras les sale gratis el doblarla al español. Eso quiere decir que estás haciendo una competencia desleal, porque las películas españolas son muy caras, y las de importación, al tener ese doblaje gratuito, son muy baratas.

-¿Qué opina de fenómenos mediáticos como Santiago Segura con su última entrega de la saga Torrente? ¿Hacen bien al cine español?

-Santiago es un muy buen amigo, y un tío estupendo, y claro que hacen bien. Son fenómenos alotrópicos que hacen mucho bien, y personalmente Santiago Segura me gusta, le tengo mucho cariño y le defiendo.

- Y el cine asturiano, ¿es un producto atractivo?

- El futuro del cine asturiano dependerá mucho de la televisión autonómica, de las subvenciones, de las ayudas y de «anormales» como Juan Gona que abran unos estudios que permitan hacer cortos y largos y demás...

- Por último, ¿qué supone para Asturias un proyecto de la envergadura de los estudios de Argame?

-Esto es la base. Los estudios de Argame supondrán lo mismo que supuso para los que querían hacer periodismo en Asturias cuando se abrió el primer periódico. Habrá una relación dialéctica entre creación e industria. Los spots que se hacen en Asturias, que hay muchos, que se hagan aquí, e igual que eso, mil cosas. Ésa sería la manera de potenciar las instalaciones y el cine.

N.MIllán

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