martes, 12 de abril de 2011

"El cine español está más valorado fuera que dentro"

La actriz donostiarra dice que toma su nuevo cargo como un reto. «El desafío real que tenemos hoy es acercar nuestro cine a la gente»

Marta Etura lo tiene claro: «Soy actriz». Lo de vicepresidenta de la Academia de Cine es «una circunstancia», aunque se la toma a pecho y con ganas. «El reto es acercar el cine español a la gente», dice.
La actriz donostiarra forma parte de la candidatura a la Academia encabezada por Enrique González Macho que el domingo se impuso en las elecciones celebradas en el organismo frente a la lista encabezada por Bigas Luna. Ayer la sorprendimos en medio una sesión de fotos en Madrid. Nos atendió por teléfono con su proverbial cordialidad. «¿Cómo está el día en Donostia?», preguntó. «San Sebastián me sigue tirando mucho», dice.
-¿Señora vicepresidenta?
-Vicepresidenta, sí, porque así lo han decidido los académicos que nos votaron. Lo del tratamiento de 'señora', dejémoslo para dentro de unos años.
- ¿Cómo surgió su participacion en esta candidatura para la dirección de la Academia?
-Me llamó Enrique González Macho. Mi primera reacción fue decirle que no, porque sinceramente no me veía preparada para un cargo de estas características. Pero él me insistió en la necesidad de crear un equipo con perfiles distintos y complementarios. Está también como vicepresidenta Judith Colell, directora y guionista, y él, que es un hombre que lleva en el oficio 42 años y lo sabe todo del cine de España y de todo el mundo, tanto como productor como distribuidor o exhibidor. Ahí me sumaba yo como actriz. Puse en una balanza los pros y los contras de esta ocupación y al final acepté convencida.
-¿Se siente ahora llamada a la vía institucional?
-No. Soy una persona discreta en todos los órdenes de la vida y también en esto. Me gusta mi trabajo de actriz pero no me gusta tanto lo que rodea a ese oficio. En cualquier caso, Enrique encabezaba un proyecto interesante y me lancé. Es un reto que me va a enseñar mucho para conocer el funcionamiento de la industria del cine desde denro y donde espero aportar todo lo que pueda en la medida de mis posibilidades.
-¿Cómo compaginará la tarea en la Academia con su propia carrera de actriz, que atraviesa ahora mismo un momento espléndido?
-Le dije a Enrique González Macho que para mi lo prioritario es mi trabajo de actriz. El cargo de la Academia no es retribuido: estamos ahí por amor al arte. Mi profesión es lo primero y seguiré dedicada a ella en cuerpo y alma. Enrique lo sabe y por eso somos un equipo: cuando llegue Cannes, por ejemplo, él 'desaparecerá' porque son días fundamentales del año en su labor como distribuidor. Cuando yo esté en un rodaje me dedicaré a eso. Pero la Academia funcionará bien, entre otras cosas porque tiene un equipo fijo muy competente y un funcionamiento rodado.
-Su equipo ha repetido que no viene a revolucionar la Academia. Incluso les acusaron de «continuistas».
-La Academia está muy consolidada, con una historia de 25 años y una serie de presidentes que han hecho muy bien su trabajo. La etapa de Alex de Iglesia ha aportado muchísimo a la institución y al cine español en general. Nosotros no venimos a revolucionar, sino a reforzar lo que iba bien y tratar de corregir lo que no iba tan bien. Alguien nos tachó de continuistas, pero no entiendo por qué ese adjetivo debe ser peyorativo cuando las cosas van razonablemente bien, como ahora.
-¿Cuáles son sus objetivos en la etapa que comienza?
-Hay uno fundamental: acercar aún más el cine español a su gente. Es una paradoja que el cine que se hace en España encuentra hoy más reconocimientos en el exterior que en el propio país. Yo he estado en festivales como Venecia, Berlín, Montreal o Toronto y allí se valoran nuestras películas y el trabajo de nuestra gente. Y en España, en cambio, hay tópicos y clichés que parecen separar aún las películas de algunos sectores de espectadores.
-No será fácil conseguirlo, al menos con algunos de esos sectores.
-En España se hace cada año una media entre 120 y 150 películas. Algunas son malas y otras mediocres, pero muchas otras son buenas y siempre hay al menos una decena de películas muy buenas. Muchos espectadores lo saben, pero el desafío es que lo sepan aún más. Y vayan a las salas.
-El reconocimiento exterior se ha traducido, por ejemplo, en la 'internacionalización' de algunos de nuestros cineastas y actores.
-Pedro Almodóvar o Alejandro Amenábar son directores aclamados en todo el mundo, y qué decir de actores como Javier Bardem o Penélope Cruz, estrellas internacionales. Son nombres que ponen al cine español en el mapa.
- Estos días es noticia como vicepresidenta. Pero sigue trabajando en lo suyo...
-Estoy preparando algunos trabajos para el teatro que pienso que resultarán interesantes. Pero están en esa fase en la que es mejor no decir nada, para evitar que se frustren.
-¿Y cine?
-Me espera la promoción de las últimas películas que he rodado. Una es 'Eva', una película de un director novel, Kike Maíllo, que me parece fascinante. Juega con la ciencia ficción y experimenta en campos no habituales en nuestro cine. Me embarqué en la aventura precisamente por eso: me gusta explorar en caminos no demasiado trillados. Y también por el reparto: comparto cartel con Daniel Brühl y Alberto Ammann. La película se estrenará el próximo septiembre.
-Pero aún hay más películas por estrenar.
-Sí, trabajo también en la nueva película de Balagueró, que se titulara 'Flatmade' o probablemente 'Mientras duermes'. También ha resultado interesante, aunque aún no he visto el montaje final. Y tengo también una pequeña aparición en la nueva película de Juan Antonio Bayona, aunque en realidad es una aparición tan episódica que ni siquiera se por qué la menciono. Se estrena el año que viene.
-Feliz nueva etapa.
-Si somos capaces de transmitir a los demás la ilusión que llevamos, parte del trabajo estará hecho.
 
N.Millán

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