Karmele Soler Doble candidata al Goya de maquillaje y peluquería.
Está a punto de cumplir su película número 50 como especialista en maquillaje y peluquería, después de dos décadas trabajando en importantes películas del cine español.
Todo comenzó en la perfumería Keni de sus padres, en la Parte Vieja, que sigue siendo su cuartel general, y el de sus cómplices hermanas. Y en ETB: «Fueron los primeros que me dieron una oportunidad y estoy muy agradecida», afirma Karmele Soler.
-¿Cuándo entra a trabajar en una película?
-Depende, entre dos y seis meses antes del rodaje te llaman y empiezas a leer el guión, conocer el elenco, ver cómo es el proceso físico de cada personaje... Y ya tienes que empezar a buscar tu equipo, y a planificar todos los detalles.
-¿Y se crean situaciones incómodas, por la tensión del rodaje?
-Sí, como estar terminando el maquillaje de una actriz estupenda, pero que de pronto empieza a llorar sin parar, por la tensión. Y ahí tienes que coger el walkie y avisar de que vas a tardar una hora más.
-Y ahora ha trabajado de nuevo con Almodóvar, en 'La piel que habito'.
-Es una película diferente, muy estilizada, con menos 'look Almodóvar'. Trabajar con Almodóvar siempre es una experiencia gratificante y complicada. Y ha sido maravilloso trabajar con Marisa Paredes, que me encanta, con Elena Anaya, que ha hecho un trabajo extraordinario, y con Antonio Banderas, que es fantástico, alegre, buen compañero y generoso a más no poder.
N.Millán
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