viernes, 11 de marzo de 2011

Pedro Almodóvar, premio Príncipe de Asturias de las Artes 2006

Se que hoy es 11 de marzo de 2011, pero nunca está de mal poder echar la vista atrás y rememorar esos recuerdos que quedarán para siempre en nuestras retinas y memorias. Es por eso que nos tenemos que remontar al año 2006, concretamente a un 20 de octubre.

Como auguraban todos los pronósticos, Pedro Almodóvar fué galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el año 2006. El jurado del Premio destacó la “sinceridad, alegría y vitalidad” de los trabajos del cineasta, que se impuso en las últimas votaciones al compositor Andrew Lloyd Webber, el arquitecto japonés Tadao Ando y la violinista Anne Sophie Mutter. El director declaró que la concesión del premio supone para él “una sorpresa maravillosa”.


Según consta en el acta del jurado, se acordó otorgar el Premio a Pedro Almodóvar “tanto por la maestría y sinceridad de sus realizaciones como por la alegría y vitalidad de sus textos". Además, se quiso premiar "sobre todo la integración de sus raíces, que son las nuestras, en la sociedad de un planeta al borde de un ataque de nervios y a caballo de dos siglos".

El director se tomó el premio como “una sorpresa maravillosa” que le hacía “muchísima ilusión”, pero que, no obstante, le daba "un poco de miedo”, ya que le hace preguntarse “si a partir de ahora estará a la altura". Humilde, dijo que creía que había candidatos "que se lo merecían con creces mucho más que yo", pero en todo caso, afirmó sentirse "muy honrado".

Una sólida trayectoria
Con la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Almodóvar culmina una carrera estelar que le ha consagrado como el cineasta español con mayor proyección internacional, gracias a su personalísismo estilo, que le ha hecho merecedor de innumerables premios, entre ellos dos Oscar, uno a la Mejor Película de Habla no inglesa y otro al Mejor Guión Original. Entre su primer largo, Folle, folle, fólleme Tim, y Volver, su última película, el cineasta manchego ha ido construyendo con imágenes un mundo propio que han hecho de él el realizador español más taquillero en el extranjero.

Entre estas dos obras, Almodóvar rodó títulos que son ya historia del reciente cine español como Laberinto de pasiones, La ley del deseo y Mujeres al borde de un ataque de nervios, una clásica comedia que se convirtió en la gran triunfadora de los Goya tras su estreno, con cinco galardones, y con la que le llegó el reconocimiento internacional.

La flor de mi secreto, Carne trémula y Todo sobre mi madre, que le valió su primer Oscar, son películas de su segunda etapa. La mala educación, de 2004, fue la primera película española que inauguró el festival de Cannes, y el pasado 17 de marzo estrenó Volver, el regreso a un cine más próximo a su primera época.


Silvia López

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